Además de ayudarnos con pomadas y otros medicamentos, la forma en la que utilizamos ciertos remedios para aliviar la inflamación y dolor en la zona rectal también es clave. Y aunque en otras entradas hemos detallado remedios caseros y consejos para aliviar los síntomas relacionados con las almorranas, en esta ocasión vamos a hablar de otro aliado fundamental en nuestro combate contra las hemorroides: las compresas para hemorroides. ¿Cómo se aplican? En las siguientes líneas, resolvemos todas tus dudas.
¿Frío o calor para nuestras compresas?
Que no te despisten los baños de asiento. Si bien es cierto que estos deben realizarse con agua tibia, a la hora de aplicar nuestras compresas para hemorroides estas han de estar frías. No olvidemos que las hemorroides son una inflamación y vasodilatación de las venas que se ubican alrededor del ano. Por tanto, de lo que se trata es de reducir esa inflamación, para lo que el frío es el mejor remedio, pues provoca contracción y vasoconstricción.
¿Cómo aplicar frío?
Como hemos avanzado, el frío produce un efecto vasoconstrictor, de manera que las venas se reducen y, en consecuencia, el dolor remite. En este punto, enfriar la compresa y aplicarla varias veces al día, combinando este remedio con baños de asiento y cremas de acción local, es clave para combatir la inflamación.
¿Conviene utilizar hielo?
Muchos pacientes nos preguntan si la aplicación de hielo es apropiada. Pues bien, la respuesta es sí, pero previamente debe lavarse la zona con agua y jabón. Tras haberla secado suavemente con una toalla (nunca frotando), es el momento de poner hielo en la bolsa y colocarla en una posición cómoda para sentarnos sobre ella. Este proceso puede durar entre 10 y 15 minutos, y debe repetirse, al menos, dos veces al día.
Si todavía te quedan dudas sobre cómo aplicar frío en tus hemorroides, acude a IVIS MED, donde nuestros profesionales especializados en el tratamiento de enfermedades del aparato circulatorio y en el estudio las lesiones de la vena iliaca pueden ayudarte.